miércoles, 10 de diciembre de 2014

DE BARBEROS Y BARBERIAS....







                    La profesión de barbero es una de las mas antiguas que se conocen, pues ya los egipcios en sus antiguos monumentos, se representaban rasurados y con el pelo al rape, mencionando en los papiros a los barberos como profesionales que vivían exclusivamente del oficio y gozaban de gran consideracion.....
                    Los griegos los llamaban "kurol"y los romanos "tensores", y sus establecimientos eran el punto de reunión y los mentideros de la época con animada asistencia de parroquianos, pero cuando verdaderamente llego la profesión a adquirir cierta importancia seria en la Edad Media, pues fue entonces cuando los barberos empezaron a realizar operaciones de cirugía menor, a sacar dientes y muelas, poner ventosas y aplicar sanguijuelas como milagroso remedio.......









                    Toda profesión que se precie, tiene su vasallaje y las antiguas y concurridisimas barberías, no era nada confortables y los maestros del oficio estaban siempre ocupadisimos, pues hay que tener en cuenta que entonces nadie se afeitaba por si solo y las personas a partir de mediana posición, vivían esclavas de la moda del peinado y obsesivamente del cuidado del rostro.....
                    Decimos que estos establecimientos no eran nada confortables, pues se encontraban casi al aire libre, masificados de clientes, separados del barbero solamente por una cortina que apenas los libraba del frió o del calor según la estación y que cuando se corría dejaba la improvisada "sala de espera" completamente en tinieblas, siendo al parecer este el motivo por el que la Autoridad dictara una pragmática que obligaba a las barberías a poner una vidriera aislada, con el fin de proteger a la numerosa parroquia que esperaba pacientemente ser untada, peinada, embuclada y empolvada con arreglo a los últimos figurines........








                    Para cumplir con tanta demanda, el sufrido profesional debía madrugar a diario en extremo, sobre todo en los días de fiesta, "días gordos" que decían nuestros antepasados, en que nuestros artistas, iban jadeantes de una casa a otra andando, ya que tenían prohibido tomar las sillas de manos..(medio habitual de transporte en la época).., para no mancharlas con las grasas y los polvos que portaban, imprescindibles para ejercer su profesión......
                    Los peluqueros de antaño, eran hombres de buenas costumbres que rezaban todas las noches el rosario en compañía de su familia y por eso tenían entrada libre en los palacios y conventos..., no sin antes haber ayudado a misa en estos últimos y dejar a los aprendices un puñado de cuartos, para que los dieran de limosna a los legos.....
                    Vestían calzón corto, sombrero de tres picos y portaban espadín como cualquier noble señor, colgaban de su brazo una rica e historiada bolsa de trabajo y en la mano llevaban una linterna cuando tenían que madrugar mas de la cuenta, para atender algún noble que salia de viaje, o para trenzar la coleta de los oficiales del ejercito que entraban de servicio al alba y deberían estar impecables....










                    El trenzado, era una de las operaciones mas dificiles del arte "peluqueril", utilizando para lograrlo, manteca de cerdo y colocando acto seguido al parroquiano un cucurucho de cartón, que tenia un pequeño agujero por donde respirar....
                    Este sencillo aparato, se ajustaba por completo a la cara, asomando solamente los ojos por dos ventanillas de vidrio colocadas en la parte superior del cono..., se aspiraba fuerte y quedaba empolvado el cabello sin manchar el rostro y tan importante era el empolvado de la cabeza, que dentro de la férrea disciplina militar, mas de un oficial fue arrestado por ir sin polvos al efectuar el relevo de la guardia.....
                    Los barberos, por razón de su oficio se mezclaban lo mismo en las intrigas amorosas que en los asuntos políticos. estaban al día de la vida privada de la nobleza y personas de relieve.., sabían mas de los amagos de revolución que los que las provocaban, conocían sus nombres perfectamente con todo tipo de detalle y eran asimismo grandes entendidos en materia taurina y conocían el mundo del arte, discutiendo las proezas y dedicando frases laudatorias, a los toreros mas famosos de la época y a los comediantes mas en boga.......










                    Estaban siempre informados de las ultimas tendencias de la moda y la influencia de las costumbres extranjeras hasta en los mas intimos usos.....En tiempos de Felipe II se llevaba el cabello corto...,en el de Felipe III se uso larga cabellera, bigote y perilla..., mas tarde llegaron los pelucones a lo Luis IV y para no estropear el peinado, los que podían lucirlo paseaban por la calle descubiertos con el sombrero bajo el brazo y al tiempo de acostarse, se soltaban el cabello en redecillas, se ponían un gorro enorme y había quien dormía con la nariz pegada en la almohada para no enmarañarse el tufo.....
                    Hubo una época en que casi nadie llevaba bigote y en el año 1804, se mando cortar el pelo a las clases dependientes del Estado y hubo quien renuncio al destino por no acatar la orden y conservar la coleta, relegada después a los toreros y que poco a poco fue desapareciendo.....
                    Zapatero a tus zapatos y el dentista a los dientes....., todo cambia y con el devenir del tiempo las barberías también se han modernizado, hasta convertirse en elegantes salones de belleza y estética en nuestros días, perviviendo el oficio de barbero de toda la vida, en contados sitios o poblaciones , que se resisten a desaparecer, bajo la denominacion de peluquerías de caballero, señoras o unisex......










                    Lejos quedan ya aquellos tiempos en que en cada servicio iba incluido un "vaso" que el cliente de siempre dejaba pagado en la taberna de la esquina y que el "fígaro" se tomaba una vez concluida su faena..., acabando el hombre al final de la jornada que no sabia ni lo que hacia.., sobre todo los sábados que era el día fuerte......
                    Tan lejos como aquellos años 50, en los que en nuestra ciudad existían cien barberías abiertas al publico y catorce peluquerías de señoras, que daban empleo  entre todas a mas de doscientos oficiales.......
                    ¡¡ QUE TIEMPOS AQUELLOS!!












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